La bomba Little Boy que la USAF lanzó sobre Hiroshima medía unos tres metros de largo y pesaba casi cuatro mil kilogramos. Contenía sesenta y cuatro kilogramos de Uranio 235, pero el diseño de la bomba era tan primitivo y poco efectivo que sólo 0,7 kilogramos de este se fisionaron, y de ellos sólo 0,6 gramos se transformaron en energía. Pero aún así se le calcula una potencia de unos 15 kilotones y mató aproximadamente a ciento cincuenta mil personas.