Gary Small, investigador de la Universidad de California y coautor del trabajo, afirma que "las tecnologías informáticas podrían tener efectos psicológicos y beneficios para la mediana edad y los mayores”. Para demostrarlo, Small y su equipo trabajaron con 24 voluntarios, la mitad sin experiencia en la Red y el resto con habilidades ya desarrolladas para la búsqueda en Internet. Observando sus cerebros descubrieron que durante la navegación, aquellos con experiencia generaban 21.782 voxels (la unidad de medida de actividad cerebral más pequeña registrada por un escáner), en comparación con los 8.646 voxels de quienes tenían menos experiencia. Además, el grupo que se manejaba con soltura por la Red registró actividad extra en las áreas frontal, temporal y cingulada del cerebro, que controlan la toma de decisiones y el razonamiento complejo.
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"Nuestro descubrimiento más sorprendente fue que la búsqueda en Internet parece involucrar una extensión del circuito neural que no se activa mientras leemos un libro, aunque sólo en aquellos con experiencia previa", explica Small. Al fin y al cabo, añade, en comparación con una simple lectura, la abundancia de alternativas en Internet requiere que las personas tomen decisiones sobre qué vínculo pinchar para conseguir información, una actividad que implica a múltiples circuitos cognitivos. Extraído del sitio Muy Interesante.