El niño se acerca hasta el vidrio porque vió un gatito. Un hermoso y enorme gatito. Con esa curiosidad que caracteriza a los niños, se acerca hasta el vidrio. Sin miedo. Sin maldad. Solo curiosidad de aprender... en ese mismo momento ofrece su mejor sonrisa. Quién se puede resistir a la ternura de un niño? Ni siquiera un tigre. Igualmente todos estamos más tranquilos sabiendo que hay un vidrio de por medio... (foto del albúm de bodokitty)