Gracias a la decodificación de una pieza de alfareria de 3000 años de antiguedad, un profesor israelí ha concluído que partes de la Biblia han sido escritas cientos de años antes de lo que se sospechaba.
La pieza fué descubierta en excavaciones en Khirbet Qeiyafa cerca del valle Elah en Israel (cerca de 18 millas al oeste de Jerusalén). La pruebas de carbón ubican a la pieza en el siglo 10 AC, haciendo de esta pieza casi 1000 años más viejas que los rollos encontrados en el Mar Muerto.
El profesor Gershon Galil de la universidad de Haifa decifró las antiguas escrituras, basando su interpretación en el uso de verbos y contenidos particulares del lenguaje hebreo. Aparentemente el escrito habla sobre ciertos mandamientos sociales relacionados con los esclavos, las viudas y los huérfanos, que serían parte importante de la Biblia.
Esta inscripción es el ejemplo más antiguo de escritura hebreo encontrado, lo cuál lo coloca en oposición a la fecha de la Biblia. Antes de este descubrimiento, no se creía que la Biblia o partes de esta hayan sido escritas tanto tiempo atrás.