El «aire» que llevan en su interior las bolsas de patatas fritas y similares no es exactamente aire, sino nitrógeno. Se inyecta a una ligera presión para que sean más resistentes; al carecer de oxígeno también se consigue que el contenido no se oxide tanto y los alimentos duren más tiempo en buen estado. Otro uso según la gente es que las bolsas «parezcan más grandes y atractivas» - aunque eso ya depende de la percepción de cada uno. En el aire normal que respiramos el nitrógeno también está presente al 78 por ciento, mientras que el 21 por ciento es oxígeno y el resto otros gases.
Copiado textualmente del artículo Bolsas de nitrógeno