Las formas de vida pueden existir en la Tierra en condiciones extremas, como en los núcleos de hielo, cuevas y en las partes más profundas del océano. Los investigadores científicos del British Antarctic Survey han descubierto lo que creen que es la temperatura más baja, en la que la vida aún puede sobrevivir y crecer.
Para probar esto, los investigadores sometieron a organismos unicelulares en un medio acuoso y bajaron la temperatura para ver cuando los organismos se vitrifican o son incapaces de reproducirse, lo que los científicos consideran que ya no viven. Los investigadores determinaron que a los -20 grados centígrados, es la temperatura más baja que los organismos podrían reproducirse antes de ser vitrificados.
Los resultados del estudio ayudan a explicar por qué la comida en congelación profunda se conserva. Dado que las bacterias y el moho no pueden multiplicarse en temperaturas tan frías se detiene el proceso de descomposición.