Con una lijadora de carpintero, el creador de este corto, fue lijando en capas cada pieza de trabajo (madera, madera de nogal, el transformador, el cráneo y la cámara analógica) a razón de medio milímetro y lo fotografiaba. Luego de sacar alrededor de 650 disparos por cada pieza creo un curioso cortometraje donde enfrenta las estructuras internas de la naturaleza con los de la tecnología.