No son pocas las veces en el año en donde me pregunto: Para qué trabajo tanto? Por qué comparto más tiempo con mis compañeros de trabajo en vez de estar más con mi familia? Y la respuesta se esconde en la pregunta: Lo hago por mi familia. Porque trabajar es un pequeño/gran sacrificio que me permite darle a mi familia casa, comida, salud y educación. Porque quiero progresar sin hacerle mal a nadie. Porque quiero que mi hijo tenga, mínimamente, una infancia feliz como la mía. Porque quiero que tenga, por lo menos, las mismas oportunidades que yo tuve y porque esa es la mejor forma de agradecerles a mis viejos tantos sacrificios. Porque si pienso que por mi familia daría toda mi vida, trabajar unas cuántas horas extras al día, al final, no parece que fuera para tanto.
Que paradoja! Jure a mi familia que iba a dar la vida por ellos y es justamente por ellos que me cuesta tanto darla! - General Kuribayashi (Cartas de Iwo Jima - 2006)