10/02/2015

Todos Somos Médicos: Derrumbando creencias populares


Todos somos medicos

Todos Somos Medicos es un libro del medico Jorge Tartaglione donde refuta mitos y creencias que ocupan un lugar central en nuestra cultura. Aca les dejo algunas creencias populares que aparecen en el libro y que son totalmente falsas.
  1. Si te sangra la nariz, no hay que inclinar la cabeza hacia atrás, porque la sangre puede bajar por la garganta y provocar vómitos o ahogarte.
  2. El alcohol no ayuda a dormir. El alcohol es un relajante que hace que no llegues a la fase profunda del sueño. Te dormís en el acto, pero breve y superficialmente. Si vas a tomar alcohol o café es mejor hacerlo de 2 a 6 horas antes de acostarse. La posición ideal para dormir  es de costado. 
  3. Si tenemos fiebre y no sabemos el origen de la misma, no hay que medicarse y menos con un antibiótico. Si no te duele la garganta, los oídos o alguna muela; si no tenes diarrea, tos, moco, alguna herida abierta, o ardor al orinar. Lo mas probable es que estés incubando una gripe y las gripes no se curan con antibióticos. Toma algún antitermico y mucho liquido. Consulta a tu medico.
  4. Los resfrios y las gripes son causados por un virus que se trasmite de persona a persona, no por tomar frio.
  5. La saliva no es un buen desinfectante. Si te pasas tu propia saliva en una herida es posible que aumentes el riesgo de que se te infecte la lesion.
  6. La lavandina no sirve para curar los hongos de los pies, tratar herpes ni desinfectar heridas. Se usa para desinfectar superficies y potabilizar el agua.
  7. Si te quemas, no te pases pasta dentífrica ni nada. Solo enfría la zona afectada con agua fria abundante durante al menos 10 minutos o hasta que pase el dolor. Cubrí la herida con film de cocina o una bolsa de plástico limpia. Ante cualquier duda, visitar al medico.
  8. Comer algo salado no sirve para aumentar de forma rápida la presión. Es conveniente consumir mucha agua y nada de alcohol. En caso de tener los síntomas de baja presión conviene levantar los pies para favorecer que la sangre vuelva al corazón y recuperar la presión.